Ospina Abogados, despacho especializado en ciberdelitos, logran la absolución de un hombre acusado de amenazar a su ex pareja en Instagram

|

Beatriz Uriarte 2u00ba

Foto: Abogada Beatriz Uriarte, encargada de la defensa del acusado


Un juzgado de Madrid ha absuelto por falta de pruebas a A.M, un hombre acusado por su ex pareja por ciberacoso y amenazas de muerte, por la que podía ser condenado hasta cinco años de pena de prisión.


En la vista oral, no se ha probado que el acusado haya amenazado a su ex pareja a través de cuentas de Instagram con afirmaciones como “voy a acabar contigo en los próximos días” o “te voy a matar cuando salgas de la biblioteca”; pruebas que presentó la supuesta víctima, aportando capturas y fotocopias de sus redes sociales.


La abogada penalista del despacho Ospina Abogados, Beatriz Uriarte, fue la encargada de la defensa del acusado. Poniendo en jaque todo tipo de prueba, examinó los documentos presentados y los hechos para la representación de su cliente. Como argumento para la línea de defensa, cuestionó que los elementos dispuestos eran factibles de estar manipulados y falsificados, por lo que exigió al juez que impugne su validación.


Como consecuencia de este argumento, la Sala Segunda estableció por medio de la Sentencia 2449/93, que las fotocopias por sí mismas no tenían ningún valor probatorio, además de no gozar de garantía alguna en cuanto a la manipulación de su contenido, siendo imposible la demostración de autenticidad.


Otro momento clave del juicio sucedió cuando no pudo probarse que A.M era el propietario de las cuentas fake de donde provenían dichas amenazas. De esta forma, el acusado declaró que el conflicto con su ex pareja era por una exigencia económica.


De esta manera, y ante las pruebas provistas, la abogada experta en delitos de acoso por redes sociales, pudo dejar en evidencia la enemistad y el recelo entre el acusado y su ex pareja. Teniendo en cuenta la impugnación de las pruebas, el inexistente lazo entre las cuentas de Instagram y el acusado, y el interés económico de parte de la supuesta víctima, el juez falló a favor del acusado absolviéndolo de todo cargo. Dictó una sentencia en base al principio jurídico “in dubio pro reo”, en que afirma “in voce” que no ha quedado demostrada la autoría de ciberdelito por parte de A.M.


Tras el juicio oral, el acusado y el equipo de Opsina Abogados, confirmaron que estudiarán tomar medidas judiciales en contra de la denunciante bajo la figura de “ánimo espurio”. Este tipo de denuncia se puede utilizar cuando una persona acusa con argumentos falaces a su pareja ante las autoridades.


Delitos informáticos, una tendencia que crece


Los delitos informáticos se han convertido en una problemática creciente en España. Cada vez existen más usuarios conectados, más redes sociales para habitar y mejor conexión. Todos estos beneficios del mundo moderno le abren la puerta a la contracara de estar conectados: falsedad documental, amenazas, estafas y coacciones. Los estafadores ven aquí una gran oportunidad para entrar en acción.


Se considera ciberdelito, delito cibernético o informático a toda acción antijurídica que se lleva a cabo dentro de un espacio digital o web. Debido al anonimato que brindan las redes y el tráfico de información privada, las estafas vía web han amplificado su accionar de forma exponencial.


Es primordial en caso de ser víctima de amenazas o ser investigado por estar involucrado en casos de este tipo, tener el respaldo jurídico de un despacho experto en delitos digitales, a la hora de afrontar un proceso judicial que podría llevarte a la cárcel.


España es el único país europeo que dispone de un apartado en el Código Penal que condena las acciones de acoso en la web, especificado en su artículo 169. Comete un delito de amenaza aquel que “amenace a otro con causarle a él, a su familia o a otras personas con las que esté íntimamente vinculado un mal que constituya delitos de homicidio, lesiones (...)”, entre otros daños.


Un buen abogado penalista, que tenga experiencia en ciberdelitos o denuncias falsas, es fundamental para analizar si los elementos presentados cumplen gravedad penal o, por el contrario,  no tienen validez.  Además de evitar defensas erróneas, como la ejercida por la parte defensora de la ex pareja, donde culparon a un hombre que finalmente era inocente.