Selwo Marina celebra los días mundiales del Pingüino y de la Veterinaria en su pingüinario, único en Andalucía

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Son excelentes nadadores, y poseen unas características que los convierten en una especie muy peculiar. Hoy se celebra el Día Mundial de Concienciación por los Pingüinos, ave marina que habita las zonas más frías del planeta, aunque no siempre; han sido capaces de adaptarse a zonas más templadas, como las islas Galápagos. Las 18 clases de pingüinos que existen se enfrentan, como otras especies, a peligros como el calentamiento global, la sobrepesca, la contaminación -vertidos de petróleo- o la masiva afluencia de turistas en determinados puntos del planeta.

A lo largo de este día, el departamento de Educación ha organizado una serie de charlas ex profeso que darán a conocer al público la etología relacionada con los pingüinos. Y es que en Selwo Marina, en la zona conocida como Isla del Hielo, habita casi medio centenar de pingüinos, en el primer pingüinario de Andalucía, único hasta ahora.


Cuatro especies forman parte de esta comunidad: Rey (Aptenodytes patagonicus), Gentoo (Pygoscelis papua), Macaroni (Eudyptes chryssolophus) y Magallanes (Spheniscus magellanicus). Precisamente a finales del año pasado nacía una nueva cría de pingüino rey que, en las últimas semanas, ha empezado a convivir con el resto de las aves del pingüinario, siendo muy bien recibida, además. Se sabe que, como polluelo, no alcanzará la independencia hasta pasados 12 o 16 meses de su nacimiento.


Sin tu00edtulo


La cría -de la que aún se desconoce su sexo- nació en octubre, y superó con creces la cuarentena, permaneciendo arropada por sus progenitores, Noel y Totoro, nacidos en el zoo benalmadense en 2010 y 2018; ambos se turnaron durante la incubación del huevo, como es lo común en esta especie. Se puede ver a la cría cubierta de un plumón marrón no impermeable, el que trae consigo, y que a posteriori dará paso al plumaje con el que se conoce a esta ave marina.


PINGÜINOS REY, GENTOO, MACARONI Y MAGALLANES


Nativo de Sudamérica (Argentina, Chile), el pingüino Rey es el segundo más grande de su especie -con su metro de longitud-, si bien también viaja hasta el Antártico, Sudáfrica y Nueva Zelanda. Dentro del grupo de los esfenisciformes, es una de las más carismáticas y se caracteriza por su adaptación a la vida marina, colonizando ambientes subantárticos. Su estatus, dentro de la Red List de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), espreocupación menor. Y es que, de las 18 especies existentes, 10 están amenazadas.


Los pingüinos Gentoo -conocido como pingüino Juanito- y Magallanes se encuentran estables igualmente, en lo que a población se refiere, según la UICN. En el caso de los primeros, son los más veloces en el medio acuático, donde se sumergen para buscar alimento, alcanzando los 36 km/h y los 150 metros de profundidad. Los Magallanes son, como otros pingüinos, aves migratorias y monógamas que mantienen sus vínculos de pareja durante muchas temporadas. El macho realiza una serie de llamadas a la hembra durante el cortejo, que ésta reconoce.

Los Macaroni (Eudyptes chrysolophus), con su cresta de plumas amarillas característica, están en una situación vulnerable, a pesar de ser la especie con mayor número de individuos, 216 colonias en 50 lugares diferentes. Krill, peces pequeños y crustáceos forman parte de su dieta.


SÁBADO 29 DE ABRIL: DÍA MUNDIAL DE LA VETERINARIA


El trabajo de Cecilia Sierra, jefa de veterinaria de Selwo Costa del Sol, al frente de dos zoos -Selwo Aventura y Selwo Marina- es crucial. Con motivo del Día Mundial de la Veterinaria, que se celebra este sábado 29 de abril, hemos querido conocer cómo es el día a día de esta profesional. Sierra lo describe como “muy variado, es difícil que un día sea igual a otro”. La atención de los animales, la organización de la revisión de casos clínicos, el diagnóstico de posibles patologías, la planificación de intervenciones (anestesias, cirugías o intervenciones de emergencia) son fundamentales. Pero no solo: “tenemos que registrar los datos de todo lo que hacemos, tomando muestras y realizando envíos para diagnósticos, igualmente para colaborar en diversos proyectos de investigación en los que participamos”.


El Programa Europeo de Especies Amenzadas (más conocido como EPP, siglas en inglés de European Endangered Species Programme) es uno de ellos: las EEPs, como las llaman en los zoos. Estos proyectos requieren, por parte de los equipos veterinarios en parques, colaboración en cuanto a la recogida de información y muestras para los estudios de las especies. “Debemos mejorar nuestros conocimientos mediante la asistencia a congresos de las asociaciones zoológicas a las que pertenecemos como AIZA* o EAZA** o la EAZWV***, coordinándonos con otros departamentos de los parques, elaborando informes, protocolos, divulgando la labor de los zoos para que el público conozca lo que hacemos, etcétera”.


Otro tema interesante es la faceta investigadora de las y los veterinarios en zoológicos. Es muy importante, según esta veterinaria, aumentar el conocimiento en estas especies, para poder ayudar a los animales (in situ y ex situ). “Actualmente colaboramos en diversos proyectos con el grupo de investigación en sanidad animal y zoonosis (GISAZ) de la Facultad de Veterinaria de Córdoba, que estudian temas relacionados con la presencia de determinadas enfermedades en varias de las especies que alojamos; hemos comenzado una colaboración en un proyecto del Zoo de Copenhague y otras instituciones que estudian los cromosomas sexuales en primates, y aportamos asimismo muestras biológicas con el biobanco de la EAZA, en nuestro caso situado en el zoo danés”. Los temas de estudio pueden ser diversos, “como por ejemplo el tamaño de partículas fecales en elefantes asiáticos dependiendo de su edad y capacidad de masticación”, dice Sierra.


En cuanto a la diferencia entre la veterinaria en zoo o en clínica -donde predomina la atención a mascotas-, Sierra explica que la diversidad de especies que existe en un zoológico, el hecho de que se trate de fauna salvaje, hace que la manipulación de los animales sea muy diferente. “La interpretación de los síntomas de enfermedad en el zoo es más compleja, puesto que los animales tienden a disimular su enfermedad”, explica. El tamaño de los individuos es relevante, de ahí que la jefa de veterinaria y su equipo tenga que trasladarse, en muchas ocasiones, a la propia instalación del animal. Trabajar con animales que están entrenados para colaborar en las actuaciones veterinarias -caso de los elefantes o los leones marinos-, es una gozada para ella. Y es que, “en los últimos 10 o 15 años la medicina veterinaria en los parques zoológicos ha avanzado mucho, tanto en temas diagnósticos y de tratamientos como en cuestiones relacionadas con el bienestar de los animales”, concluye.