La chufa es un súper alimento que en España se ha estado ignorando porque es más conocida la bebida que se hace con el mismo: la horchata de chufa. Tanto la chufa como la horchata (sin azúcar añadido) tienen unas propiedades nutricionales excepcionales.
Veganas, altas en Omega 6, sin gluten, con un alto contenido en fibra, sin nueces ni trazas de las mismas, altas en potasio y fuente de magnesio. Eso son solo algunas de la propiedades de las chufas.
Las chufas (lat: Cyerpus esculentus lativum) son tubérculos procedentes de una planta conocida como Juncia Avellanada y que están asociadas como el principal ingrediente de la horchata, una de las bebidas más populares de España y sobre todo de la región mediterránea.
En inglés las chufas se las conoce como Tigernuts y cada vez tienen más reconocimiento mundial como súper alimento por sus propiedades sobresalientes.
Las chufas datan al menos desde el año 3000 a.C. y formaban parte de la alimentación diaria de los faraones. Hoy en día las chufas se plantan principalmente en Valencia (España), por lo que tenemos acceso a este nutritivo alimento de forma rápida y barata.
Las chufas son la base de una alimentación 100% sana, saludable y ecológica.
Todas estas propiedades están reunidas en este maravilloso tubérculo altamente nutritivo.
La forma más tradicional de consumir las chufas en España es a través de la deliciosa horchata. La horchata o “tigernuts milk” es una bebida vegetal que puede sustituir perfectamente a la lecha de vaca en la dieta de cualquier persona.
Para prepararla hay que colocar las chufas en remojo con agua durante un día. Después se escurren, se trituran en una licuadora con un poco de agua hasta formar una pasta y se cuela todo a través de un colador o trapo limpio.
Lo que quedó en el colador se vuelve a procesar con otro poco de agua y se repite el mismo procedimiento hasta que se haya exprimido completamente.
Pero las chufas también se pueden consumir como snack remojándolas unas horas para que se hidraten. Lo que siempre hay que tener cuidado es de lavarlas bien porque son túberculos que crecen bajo la tierra y pueden tener restos de tierra que hay que eliminar antes de su consumo.